Por Mariana Mena
He intentado tantas veces dar marcha atrás al reloj y cambiar los instantes en los que fallé, cambiar los momentos en los que me equivoqué, cuando tomé la decisión equivocada
cuando me dejé ser provocada, cuando no pude ser yo... cuando me dejé llevar... cuando no supe actuar
Cuando te dejé ir, cuando te supe perder, cuando ví como te alejaban de mis brazos y no supe pelear por tí
cuando me dejé morir, cuando me rendí en peleas que llevaba las de ganar
Cuando abandoné la carrera cerca del final
Cambiar el instante en que tus labios se acercaron y luego se alejaron, y no me atreví a unirlos con los míos en un mágico instante, eterno en mi mente... grabado en mi boca pra siempre
Rechazar el vano intento de mi mente de luchar por cosas que no valían la pena... en vez de intentar encontrar las cosas que no supe valorar
cuando por añorar un amor imposible, te negué la oportunidad de entrar para siempre a mi mente y a mi corazón
Cuando por vivir aferrada a mi sufrimiento no pude contigo compartir un instante de alegría, cuando por encerrarme en mis temores, mis alas tuvieron miedo de volar
y cuando superé la inseguridad, demasiado tarde era ya! A otros brazos pertenecías ya...
cuando por no hablarte.. no tocarte... no mirarte... por no saber que decir, decidiste otros ojos mirar y perderte para siempre en otro cuerpo, otras manos, otros labios... un sueño que no era real
Te dejaste llevar por la falsa promesa, la sonrisa superflua, la mirada cándida y las risas tontas y las platicas vanas de un alma hueca de belleza pasajera, olvidaste la dulzura, la caricia suave y la tristeza, olvidaste cosas que valía la pena recordar y volaste a otro nido, cual ave fugaz, rozaste sus manos y te dejaste llevar por la falsa promesa de felicidad
Olvidaste que me querías, que por mi vivías, olvidaste mis ojos y mi sonrisa,
olvidaste momentos, olvidaste lo que jamás debías olvidar