Por Juan Al. Suástegui Vargas
La vida se extingue con cada paso que damos,
con cada hora, minuto y segundo que transcurre.
Somos presa de lo unico seguro en nuestra existencia
y no pensamos en ello hasta que llega el momento,
nos aterra pensar en algo que, ironicamente, se vive
día con día...
Somos polvo en un instante al viento y despues nada,
nos sometemos al capricho del eterno tiempo y no
somos nada para contradecirlo.
Nuestro cuerpo se esfuma y no queda nada mas
un recuerdo de lo que fuimos y nunca volveremos a ser,
y me alegro por ello...
sábado, febrero 10, 2007
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