lunes, abril 09, 2007

Corazones Desencajados, de Gatitos y Niños


Por Juan Al. Súastegui
Quiero dejar una marca en ti,
no la que hace una vara sobre la arena
si no la que deja un cincel sobre la piedra.
Con tristeza y desolación veo,
que a pesar de lo duro de mi lucha
y lo constante de mis acciones no puedo lograrlo.

Dejare una huella, no lo dudo,
pero creo que solamente puedo llegar a ser eso.
Soy parte de este momento de tu vida,
pero no de la manera que mas quisiera.
Añoro el tenerte cerca cuando estas lejos,
pero olvido que tienes una vida mas allá de mi.

Vives y disfrutas intensamente,
no trato de detener tu inagotable paso,
darte alcance es lo que intento.
Pero a cada trote que doy,
un obstáculo se atraviesa y termino tragando tierra,
y todo lo que se acumula es dolor en mi pecho.

Sufrir, es lo que obtengo en premio de consolación,
me crispo de nervios y celos y solamente veo mas pena,
pena que se guarda en mi interior
y que me hace presa del sufrimiento y desesperación.
Te doy lo mejor de mi y lo que tengo en cambio
son palabras mal medidas que llegan como puñaladas al corazón.

No me quejo por el hecho de que tus sentimientos no sean recíprocos,
me perturba el pensar que tus labios y emociones son para alguien mas,
no es algo para reclamar, nunca he sido para ti
algo mas que muy buenos amigos, algo que valoro mucho,
pero no es un estado que desearía mantener
si se puede llegar mas alto.

Soy de carne y hueso,
lo único que puedo ofrecer es algo sincero,
alla de ti si buscas algo mas, porque el prestarse a comparaciones
perdería por muchos tópicos.
Veremos que depara el crudo tiempo,
hacia que lado se inclina la balanza,
hacia que momento dejare de sentir, para vivir o morir...

2 comentarios:

Hambleto dijo...

Muy emotivo, me apena tu sufrimiento. Cuando la vida nos pone esta clase de tristezas, no hay más que festejar el estar soltero.

Anónimo dijo...

Qué cursi. En fin.