La embriaguez es por alcohol,
ya no más por castillos en el viento
ni por deseos de exquisita imaginación.
Ya no se añora un mejor futuro,
se busca ahora un presente
que nos permita llegar al día de mañana.
Lo efimero de las emociones
se vuelve la pesadez del alma,
cual misma abstracta esencia tiene.
Alguna vez se fue alegre,
en algún momento
se encontró un estimulante hacia la felicidad.
Una vez tuve corazón para perdonar,
querer y algo más; ahora solo un hueco
lleno de belicocidades, que corroen mi espíritu
y ennegrecen mi ser...
